POZOBLANCO: CORRIDA DE REJONES

LOS TRES CABALLEROS REJONEADORES A HOMBROS

Ganado: Seis toros de Luis Terrón, de desigual presentación y juego variado.

Pablo Hermoso de Mendoza: rejón caído (dos orejas) y rejón sin puntilla (dos orejas).

Manuel Manzanares: rejón trasero y desprendido y un descabello pie a tierra (oreja) y rejón desprendido y contrario (oreja).

Andrés Romero: rejón descolgado y dos descabellos pie a tierra (oreja) y pinchazo sin quebrar ni soltar y un descabello pie a tierra (oreja).

Plaza: Pozoblanco menos de media entrada en tarde de temperatura agradable.

Incidencias: los tres rejoneadores salieron a hombros.

L.R.G.

 Culminó la feria taurina de Pozoblanco con la tradicional corrida de rejones. Quizás lo inestable del tiempo (por la mañana cayó tan fuerte aguacero que obligó a suspender las vaquillas del aguardiente) provocaron una entrada en los tendidos muy por debajo de lo que se esperaba estando Hermoso de Mendoza en el cartel. Un Hermoso de Mendoza que no regateó esfuerzos en su cita en la plaza de Los Llanos. Dice el refrán que el toro y la vida ponen a cada uno en su sitio y Mendoza se encuentra en estado de gracia. No escamoteó esfuerzo alguno para agradar a un público que se entregó desde el primer momento a un rejoneo elegante y a la vez atrevido, consintiéndole tanto a sus toros que en algunas ocasiones le tocaron las cabalgaduras. A su primer enemigo, un animal que fue perdiendo gas conforme avanzaba la lidia, le toreó muy bien de costadillo con cambios de ritmo sobre la marcha montando a Disparate para prenderle tres banderillas al quiebro de realización muy ajustada. Con Pirata formó el lío al colocar tres banderillas cortas y un par a dos manos que encendieron la plaza. A su segundo, un toro más distraído, que pasaba  de los cites del caballero, acabó, a fuerza de insistir, metiéndolo en la lidia arriesgando en demasía sus caballos. Montando a Duende y Viriato completó un tercio de banderillas con mucha precisión y riesgo con las cortas. Un rejón fulminante acabó con el burel. Hermoso pasó por Pozoblanco sin mermar un ápice su estela de gran figura del rejoneo. Su elegancia y su profesionalidad cautivaron a los tendidos desde el principio.

Así, con la plaza en ebullición, un joven Manuel Manzanares, integrante aventajado de la nueva hornada del toreo a caballo, formó un alboroto con Farruquito al que llevo cosido a su grupa en una intensa vuelta al ruedo al ritmo que marcaba el caballero. A continuación con Mazantini quebró muy bien, hasta en tres ocasiones, para dejar  banderillas en todo lo alto saliendo del embroque con piruetas espectaculares. Montando a Secreto pasó un sustillo cuando, al citar para las cortas, se le vino el toro al pecho del caballo. En el quinto de la tarde volvió a lucir en banderillas con Príncipe y Tomatito. Pero lo mejor de toda su actuación de hoy en Los Llanos lo realizó Manzanares sobre Secreto con el que colocó tres banderillas cortas y un par a dos manos consintiéndole muchísimo al toro. La evolución del pequeño de la saga Manzanares es palpable y el  público del Valle así lo ha reconocido.

Cerraba el cartel, y la feria, otro joven valor del rejoneo, Andrés Romero, que realiza un toreo a caballo fresco con grandes dosis de alegría y toreo osado que el público agradece. Sabiendo que aún le queda mucho que aprender, pues la mayoría de las veces clava a la grupa en vez de al estribo, su actuación la basa en la espectacularidad de su monta y en su animoso quehacer. Hasta nueve caballos lució en Los Llanos, pero fue con Guajiro y sus impresionantes piruetas cuando puso la plaza a reventar. A su segundo enemigo, montando a Perceo, lo recibió a portagayola toreándolo con la chaquetilla. Fue entretenida su labor con banderillas pero a punto estuvo de sufrir un percance cuando sobre Bambú, al colocar la segunda banderilla corta, el toro echó la cara arriba y le golpeó con el pitón en el pecho doliéndose por un momento.

En resumen un festejo muy entretenido con un Hermoso de Mendoza en maestro, marcando la diferencia, y a su lado dos jóvenes valores que le acompañaron en su salida a hombros por la Puerta del Gallo. La fiesta sigue viva.