Se veía
venir de lejos, años atrás les puedo contar cuando dos jóvenes empresarios
cordobeses se embarcaron en una aventura que le podía salir muy cara tal como está el toreo en este momento, pero claro
cuando se trabaja bien y se responde a lo que se dice en su momento, aquello
funciona y la gente acude a la plaza , los que hemos tenido la suerte de seguir
a estos empresarios desde sus inicios, te das cuenta que las cosas no salen por
casualidad, es fruto de un esfuerzo realizado años atrás en becerradas,
novilladas picadas o corridas de toros etc…
Amigos la
empresa Campo bravo o lo que es lo mismo Antonio Sanz y Enrique Cabello se van
superando poco a poco, a la vista está como ha respondido el publico en Cabra,
la plaza llena, hacía años que no se veía una plaza de provincia así con esa
expectación y esas ganas de toros, claro está, si a este público se le da
gloria es normal que responda, y que quiero decir con esto? Precios asequibles
para todas la edades y por si fuera poco un cartel muy atractivo, que más se le
puede pedir? Pues aquí tienen la prueba.
La plaza
entera disfrutó de una gran tarde de toros, todo el mundo loco de contento de
la grandes actuaciones de los matadores
tanto a pie como a caballo.
Se lidiaron
dos toros de los Espartales y cuatro de José Luís Marca , bien presentados y
que dieron buen juego en líneas generales, el primero de lidia a pie fue
devuelto por invalido, saliendo como sobrero otro del mismo hierro titular.
Diego
Ventura conectó con los tendidos enseguida, con esa autentica cuadra de
caballos, en sus dos toros donde no pudo faltar su estrella llamado Morante,
dos faenas de mucho peso en el primero mejor que el segundo de su lote, pero
cierto y verdad que siempre entregado y dándolo todo, es por eso que Ventura
cortara cuatro orejas y un rabo.
Manuel Díaz
“El Cordobés” siempre en su línea en todo momento intentando agradar y
queriendo torear despacio, me gustó mucho con la mano izquierda, hubo momentos
que toreó muy despacio, hasta donde los animales le ayudaron, como siempre tiró
de su repertorio de desplantes de rodillas, salto de la rana, y aquello hizo
que la gente se volcara, con este torero tan cariñoso y simpático para todo el
mundo, lástima que falló a espadas y sus actuaciones se quedaran en oreja y
ovación.
El fandi
cerraba cartel, como siempre vibrante en banderillas, formó dos auténticos
alborotos, la plaza en pie, con el capote torea despacio, y con la muleta
anduvo variado rematando algunas series con gusto, de las cuales no podía
faltar sus desplantes etc… y por supuesto sendos espadazos fue lo que le hizo que
cortara tres orejas.
La gente
disfrutó la plaza se llenó y me alegró enormemente por estos jóvenes empresarios
y amigos, mucha suerte enhorabuena.
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