Escribo
estas líneas con el corazón desgarrado. Ha fallecido mi querido compadre Rafael González Zubieta que popularizó en la década setenta ochenta
el seudónimo de “El Zubi” y así le llamábamos
todos, incluidos sus hijos. Era un ser humano diferente e irrepetible.
Mi relación con el comienza en 1978,
cuando, en el ecuador de la carrera de Periodismo, vino de Madrid a Córdoba a
realizar prácticas en diario CORDOBA. Ese verano nos recorrimos la ciudad de arriba
abajo, en mi moto buscando temas. Volvió
al año siguiente y nuevamente hicimos tándem. Así hasta que se licenció y se
instaló definitivamente en nuestra ciudad contratado por diario CORDOBA, que
apostó por la savia joven y la renovación.
Rafael González Zubieta nace en Lucena, en
el seno de una familia acomodada. Su padre es un eminente oftalmólogo de la localidad. Sus primeros
estudios los realiza en los Hermanos Maristas de Lucena, pasando posteriormente
a los Hermanos Maristas de Jaén, donde acabó el bachillerato.
En la universidad de Granada cursa
Filosofía y Letras, que concluye con la Licenciatura en la Complutense de
Madrid, especializándose en Historia del Arte. Haciendo 5º curso de carrera
comienza periodismo en la Facultad de Ciencias de la Información, licenciatura
que obtiene en 1980.
Ha sido redactor y columnista en diario
CORDOBA, Asesor de Imagen y Jefe de Comunicación del Presidente de la
Diputación de Córdoba. En esta etapa consiguió el Premio Nacional de Periodismo
1986 al mejor gabinete de prensa de España. Galardón otorgado por ASECOM . De
Diputación pasa a Canal Sur, siendo director de Canal Sur TV en Granada,
director de los Servicios Informativos de Canal Sur en Sevilla, director de
Comunicación y Relaciones Externas de la RTVA. Ha estado en el canal autonómico
20 años siendo su último cometido director del Teletexto de Canal Sur TV.
Como autor, tiene publicados cuatro libros:
ensayos de arte, política, relatos cortos y recopilación de sus exitosos
artículos publicados en la sección “El Avispero”. Ha sido y es articulista en
infinidad de periódicos y revistas de todo el País. Es conferenciante habitual
de temas taurinos, culturales y sociales. En la revista taurina cordobesa “La
Montera” publicó durante trece años, interesantísimos reportajes de
investigación relacionados con personajes de la Fiesta de los toros.
De diario CORDOBA pasó a la Diputación
Provincial, cuando la presidencia la ostenta José Miguel Salinas. En esta
época, que aún se recuerda por los más antiguos de la Casa Palacio, crea una
serie de revistas comarcales repartidas por la provincia de Córdoba,
patrocinadas por la Institución provincial, que recogen la actualidad de los
distintos pueblos, tarea en la que colabora el periodista Ricardo Rodríguez
Aparicio. Conjuntamente organizamos en la provincia unos cursos de periodismo y
fotoperiodismo que durante varios años despiertan en los jóvenes la inquietud
por el mundo de la prensa. Muchos de esos alumnos fueron corresponsales de
prensa en sus respectivos pueblos.
Este es, sucintamente, el currículum de uno
de los periodistas más inteligentes que ha dado Córdoba en los últimos años.
Quien conocía a Rafael sabe de su
personalidad arrolladora, su eterno buen humor y su inteligencia innata. Rafael
te saludaba como si te conociera de toda la vida. Te ofrecía confianza y nunca
te defraudaba. Una cruel enfermedad ha podido con el.
“El Zubi” y yo nos queríamos mucho. Me
sentí muy honrado cuando me ofreció ser el padrino de bautismo de su hija
Marta. Y también me sentí muy honrado cuando aceptó ser el padrino de bautismo
de mi hijo Rafael. O sea, los dos éramos “recompadres” que es mucho más que
compadres. Cocinilla de “cum laude” de vez en cuando me invitaba a comer a su
casa donde preparaba unos platos de quitarse el sombrero. Gustaba de la buena mesa,
la música, los toros ( admiraba a
“Manolete” y a Curro Romero) y sobre todo escribir y leer. Era un romántico de
la vida, y me unió a él irremediable e indisolublemente el periodismo. Y como
dicen los curas, solo la muerte nos ha podido separar. Porque nos necesitábamos
para seguir viviendo. Un beso a Inmaculada, su viuda, y a sus hijos Marta y
Alberto.
Ayer en el Tanatorio de Tomares, a las
cinco de la tarde (hora que el decidió) despedimos a un gran hombre y mejor amigo:
a mi hermano “El Zubi”.- Ladislao Rodríguez Galán
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