Ladislao Rodriguez
Galán
Ganado: toros de Luis
Algarra ( que han sustituido al hierro anunciado en los carteles), bien
presentados, nobles y colaboradores al éxito de los toreros. Todos fueron
aplaudidos en el arrastre.
Sergio Sanz: pinchazo, estocada
y descabello (dos orejas) y dos pinchazos y estocada ( dos orejas, tras aviso).
Julio Benítez
"El Cordobés": estocada ( dos orejas) y estocada sin puntilla( dos
orejas).
Víctor Abad: dos pinchazos y
estocada (oreja) y estocada y descabello ( dos orejas).
Incidencias: un tercio en los
tendidos con tarde agradable, aunque al final refrescó. El V Califa presenció
el festejo desde una barrera.
Indistintamente de los trofeos obtenidos
por los toreros, lo positivo de la tarde ha estado en el buen toreo que han
ofrecido a los aficionados, bien es verdad que no todos los que la joven empresa
esperaba, que se han desplazado hasta la plaza portátil. Los tres matadores,
muy dispuestos de principio a fin, han sabido aprovechar una corrida muy
toreable, en todos los aspectos, para reivindicarse en toreros a tener en
cuenta.
Ha sido un buen aperitivo de feria taurina,
que más que perjudicar, creo sinceramente que beneficiará el ciclo que comenzará
el próximo sábado, porque el público se lo ha pasado bien y eso es lo más
importante. Cuando se sale de la plaza con buen sabor de boca, todo cambia. Hay
ganas de toros.
El cartel de toreros cordobeses lo abría
Sergio Sanz, su segundo festejo esta temporada, que recibió a su primer enemigo
con una serie de verónicas de dentro afuera para rematarlas en el mismo centro
del ruedo. A la salida del único puyazo que recibió el animal, nos obsequió con
un quite por chicuelinas muy ajustadas con vistoso remate. La faena de muleta
la inició de rodillas en la boca de riego aguantando el galope alegre del toro.
Ya erguido, con la mano diestra, le enjaretó una serie de mucho mando. Fue
alternando las series por ambas manos hasta que el animal se agotó y entonces
Sanz optó por el arrimón, incluso aguantó un par de parones. Y aún tuvo ánimo
para terminar con unas manoletinas. El cuarto, el de mas romana de la tarde,
fue otro ejemplar apto para el triunfo. Desde el primer momento lo entendió el
torero y la faena enseguida alcanzó altos vuelos, sobre todo por el pitón
derecho, ya que por el izquierdo, hasta bien avanzada la misma, no corrigió el
defecto de dar un tornillazo al rematar. Extraordinarias series con pases
largos y templados, muy jaleados por el público que animaba constantemente al
torero. Una faena completa de principio a fin que le pusieron en sus manos los
trofeos justamente ganados.
Julio Benítez, también toreaba su segunda
corrida esta temporada y, a fe de ser sinceros ha sido de las mejores tardes
que le hemos visto. Dispuesto, al igual que sus compañeros, recibió a su primer
toro con una larga cambiada de rodillas para luego, con el compás abierto,
endilgarle un puñado de verónicas de mucho gusto, rematadas con garbosa
revolera. Comenzó la faena de muleta de rodillas junto a las tablas y así se
fue quedando con el animal. Ya de pié, lo toreo con mucho empaque por ambos
pitones con series largas y templadas de mucho poder. Extraordinarios los pases
de pecho. Una labor muy completa de mucho sabor. En el quinto volvió a estar a
la altura. A destacar un buen par de El Ruso. En este toro lució Benítez todo
su conocimiento del toro, pues el animal necesitaba delante un torero y ahí
estuvo. No fue tan vistosa la faena, de cara al respetable, pero el torero le
ganó el pulso al toro que tenía que torear más que su primero. Julio ha estado
muy en torero de verdad.
Cerraba el cartel Víctor Abad en la que
significaba su primera corrida de la temporada y el muchacho no defraudó, muy
al contrario, estuvo más que bien con los dos toros menos bonancibles del
encierro. Luce con mucha calidad en el toreo de capote porque mueve muy bien
los brazos y encaja la cintura echando la "pata alante". A sus dos
toros, tras torearlos extraordinariamente a la verónica, los remató en el centro
del ruedo. Es natural que acusara lo poco toreado que está, sin embargo
enseguida se embraguetó con su primer enemigo al que le sacó pases sueltos muy
aceptables. En su segundo ya fue otro cantar, sacudida la tensión, lo exprimió
al máximo por ambos pitones en series de bella factura. El toro repetía y el
torero, más relajado, le instrumentó una faena muy interesante por ambas manos
con muletazos de trazo largo y dominador.
En resumen, una corrida de toreros
cordobeses que resultó muy entretenida y que dejó al público satisfecho.-
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