ENTRETENIDO FESTEJO DE REJONES

Plaza: Montoro. Casi media entrada en los tendidos en tarde  de temperatura agradable.

Ganado: Toros de Jódar y Ruchena, bien presentados y de buen juego en general. El primero muy distraído. Sobre todos  destacó el quinto.

José Luis Cañaveral:  medio rejón defectuoso (oreja) y pinchazo y rejón ( oreja).

López Bayo: medio rejón contrario y atravesado ( oreja) y  pinchazo y rejón ( oreja y fuerte petición de la segunda).

Ana Rita: pinchazo, rejón y once descabellos ( ovación con saludos tras devolver el toro al corral por escuchar los tres avisos) y rejón y cinco descabellos ( oreja con petición de la segunda).

Incidencias: Cañaveral y Bayo sustituyeron a Lea Vicens y Luis Valdenebro que causaron baja en el cartel primitivo. Los tres rejoneadores salieron de la plaza a hombros.

Con un festival de toreo a caballo se cerraba la feria taurina. Pero no fue hasta la salida del buen toro quinto, cuando la tarde levantó el vuelo. El festejo transcurría entretenido, pero sin alharacas, más por las aptitudes de los rejoneadores que por el juego del ganado. López Bayo entendió perfectamente la brava y noble embestida del animal y dio un recital de buen toreo a caballo. Quiebros y toreo de costado levantaron fuertes ovaciones del público. La colocación de dos rosas consintiendo mucho acabaron de encender los tendidos. El caballo resbaló y el jinete se fue a la arena sin consecuencias. No brilló a la misma altura en su primer enemigo.

Cañaveral realizó una labor aceptable y decorosa en sus dos enemigos destacando las banderillas cortas al violín y el toreo de costado al hilo de las tablas.

Ana Rita, vio la cruz en su primer toro al que no acertó a matar después de una faena muy del gusto del público que le ovacionó muy acaloradamente la colocación de banderillas cortas en terrenos inverosímiles. Creyó que el rejón era definitivo y echó pie a tierra, pasando un calvario con el estoque de cruceta. En el que cerró plaza, con el público totalmente a su favor, tuvo una actuación muy bullidora, marrada en este caso, con el rejón de muerte. Sin embargo el público la obligó a salir a hombros junto a sus compañeros de cartel.