Lucena (9-9-2011)
Plaza: Los Donceles.
Ganado: Toros de Julio de la Puerta muy bien presentados pero muy complicados. El primero, un regalito. Los menos malos el tercero y sexto.
Andrés Luis Dorado: cuatro pinchazos, media estocada ( ovación con saludos) y cuatro pinchazos echándose el toro ( ovación con saludos).
Curro Jiménez: media estocada que basta ( ovación tras petición) y dos pinchazos y estocada ( vuelta al ruedo tras petición).
Alejandro Enríquez: estocada caída ( oreja) y estocada ( oreja).
Incidencias: La plaza registró un cuarto de entrada en tarde agradable.
Andrés Luis Dorado recibió seis puntos de sutura en un testículo. Enríquez salió de la plaza a hombros.
El primer festejo de la feria lucentina no ha podido ser más increíble. Primero se quita del cartel Javier Conde y posteriormente Julio Benítez. En su lugar actuaron Andrés Luis Dorado, de Córdoba y Alejandro Enríquez, de Granada. Solo quedó en el cartel original el prieguense Curro Jiménez. Que pena de ilusiones de los toreros. Los tres se estrellaron con un ganado imposible de lidiar. Solo quedaba salir indemne de la encerrona y a pesar de las dos pavorosas volteretas de Dorado y Jiménez la tarde se saldó sin consecuencias.
Andrés Luis Dorado tuvo la mala suerte de pechar con el peor lote. Su primero tenía guasa quedándose en mitad del viaje con un peligro palpable. Bastante hizo con quedarse ahí. A este pájaro, de más de cinco años, lo recibió con tres largas cambiadas muy espectaculares. En la faena de muleta vino la voltereta. En el cuarto, otro menda, bien con el capote. A pesar de lo complicado del toro, Dorado firmó una buena serie con la derecha. Nuevamente mal con la espada. En ambos recogió dos fuertes ovaciones como reconocimiento del púbico a su entrega sin fisuras.
Curro Jiménez, tras recibir con un buen saludo a su primer antagonista, tuvo que presenciar el mitin de su cuadrilla en banderillas. El toro impresionaba y los de plata las colocaron de una en una tras varias pasadas. De pena. Como el animal era de embestida incierta el joven torero se la jugó. Tenemos anotados varios pases con cierta prestancia, eso sí, con la derecha, donde basó toda su labor. En el quinto, animal de mucho respeto más apto para plaza de superior categoría, realizó una faena variada y valiente, sufriendo una espeluznante voltereta que le noqueó unos minutos.
Alejandro Enríquez recién doctorado, tuvo la suerte de lidiar el lote menos malo. El toro apretó lo suyo en varas. Con la franela sacó a relucir su torería en una labor muy digna considerando lo que tenía enfrente. En el sexto comenzó su faena por bajo y su voluntad se antepone a su capacidad para tejer faena más consistente. En ambos toros sus saludos capoteros no pasaron de decorosos.
Corrida imposible capaz de provocar desbandada en muchos toreros del escalafón. Pero esto es lo que hay. Los “señoritos” del toreo se llevan las peritas en dulce y los humildes y desconocidos a bailar con la más fea. Por eso su labor tiene más mérito. Y el público lo reconoce.- L.R.G.
No hay comentarios:
Publicar un comentario